Tras de un día de calor
esperas con ansias
la noche y su frescor.
El calor de Asturias
no es abrasador,
sus noches son frescas
y es consolador,
qué tras las faenas
descanses con primor.
Así los turistas
huyendo del calor,
llegan a estas tierras
paraíso y color,
de verdes laderas
y manzanos en flor.
De gastronómicas
fiestas de gran valor.
De sabrosas sidras
y mariscos aún mejor.
De buenas personas
con trato acogedor.
Si a Asturias te asomas
y a su hermoso balcón,
seguro regresas
te atrae
su verdor.
Vivian Esteban
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