Tengo
celos del viento
que
acaricia tu pelo,
que
te silba al oído
y
te dice te quiero,
yo
me muero por dentro
sin
querer me lamento,
y
sé que no te tengo,
yo
cadenas al viento
pondré, y en el intento
me
pierdo en un vuelo
planeando
al cielo
tormentoso y negro,
así
me voy muriendo
con
el paso del tiempo.
Vivian
Esteban
Al
alba yo te lloraba
pues
tú sola me dejabas,
ya
todo se terminaba,
para
siempre te marchabas,
en
las noches recordaba
los
días en que me amabas,
la
vida se acababa,
y
las cosas que soñabas
y
tu vida se frustraba,
aquello
que disfrutabas
de
repente se esfumaba,
con
la muerte te marchabas.
Vivian
Esteban
Fuimos
ayer, soplo de aire de verano.
Fuimos
miedo, fuimos risa, fuimos un imposible.
Orgullo
y tristeza, anhelo y distancia.
Amor
de verano, de sal y de sol.
Fuimos
cómplices.
Seremos
ayer, seremos hoy, seremos mañana.
Seremos
siempre.
Vivian Esteban
Diez
y siete años tenía
cuando
el amor conocería,
la
inocencia y el miedo la devoraban
pero
el amor florecía.
Los
caminos otros destinos tenían,
pero
aquel amor nunca moriría,
resurgía
como una flor.
Los
años marchitan la piel
pero
el pensamiento libre es.
Y
aunque el amor imposible
aguarde
al ayer,
no
podrá nunca florecer.
Los
rosales trepan y florecen y
se
clavan las espinas en el corazón y la piel.
Aunque
se encuentren en las esquinas,
nunca
volverán a atardecer.
Pues
así el destino quiere
que
hayan de envejecer.
Vivian
Esteban
