Son de todos los tamaños
y de un y mil colores,
arrebatados a trapos
viejos que ya no te pones.
En una lata guardados
en uno de los cajones,
como tesoros preciados
de la vida y los amores.
Los botones estancados
en el tiempo y los adioses,
un día los encontramos
y llenos de emociones,
vamos recopilando
recordando estaciones
de niñez que un día amamos.
De faldas y de calzones,
de camisas y de monos
que llenos de ilusiones
un domingo estrenamos.
Los recuerdos son botones
guardados en los armarios.
Vivian Esteban
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