Mi soledad y yo haremos un pacto,
una a la otra las dos nos cuidamos.
Si ella me busca, yo la rechazo.
La voy llenando de letras y colores,
de múltiples proyectos e ilusiones,
de música y hermosas canciones.
De la vida misma frente al espejo,
entabló con ella mis conversaciones.
Todo es inútil si yo no me quiero,
cuido mi amor propio con esmero,
me cuelgo mi bolso y voy de paseo,
e intento llenar mi mundo de sueños.
Del fondo de mi alma la arranco,
y no vivo la vida con engaños.
Vivian Esteban
2 comentarios:
La soledad voluntaria es ún tesoro, la soledad obligada es horrorosa y cruel
Así es muchas gracias por comentar
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