Encontré una bella golondrina,
estaba en el suelo aterida,
la ayudé a alzar el vuelo,
y la vi alejarse a lo lejos.
Y así ella muy agradecida,
revoloteaba y cada día,
se acercaba mucho a mí balcón,
y allí decidió hacer su nido,
para convertirse en mí vecina.
Cría a sus polluelos y me anima,
cada primavera con mucho amor,
así todos los años la espero,
ella hace de mi vida un primor,
y todos los años la anhelo yo.
Una buena señal de que mi vida,
transcurre igual y día a día.
Vivian Esteban
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