Cabellos plata, manos de seda, dulce sonrisa, surcos esculpidos por el tiempo en su semblante, recuerdos perdurables importantes y afables, aromas de castañas, añoranzas, nostalgias eternas, guardiana y centinela de hijos y nietos, un viaje lleno de sueños y fantasías. Entregada a los demás sin importarle nada. Raíces aferradas a los suyos. Seguiremos adelante con los valores que nos enseñaron ellas, sabias que lo dieron todo por nada. Rastros de luz en el tiempo.
(Para ellas)
Las abuelas.
1 comentario:
Es un relato que muesra el gran amor que le tenías a tu abuela, y el recuerdo imborrable en tu memoria, somos muchas las que como tu sentimos el amor de las abuelas. Me has emocionado con tus palabras y has hecho que recuerde a las mias.
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