Arrancada como una espina de tu tallo fui.
La niñez deshojada que no conocí,
otros brazos acunaron y solo frío por ti sentí.
Las hojas marchitas amontonadas en mí.
Carencia de cariño tenía, que forjó la fuerza en mí.
Para seguir la corriente como el agua clara,
que no desembocará nunca ya en ti.
Vivian Esteban
2 comentarios:
Lo importante es q el tallo sea fuerte , lo demás es el destino y lo injusta q es la vida
Así es, me gusta que se entiendan mis poemas. Gracias
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