Detrás de cada vida hay una historia escondida
Hay vidas frustradas que se hunden en la ruina
Como el mendigo que extiende su mano en una esquina
Nunca juzgues tal desdicha, no sabes nada de su vida
para terminar con la mano extendida.
Quién soy yo
para juzgar otras vidas
pues no sé lo que le deparará a la mía.
No se sabe nunca cómo se termina, pues
la vida es una rueda que gira y gira y te puede
jugar una
mala partida.
Se puede estar muy arriba para de repente sufrir la
caída.
Por eso no juzgues nunca a la gente que
extiende su mano en una esquina.
Vivian Esteban
2 comentarios:
Me parece una reflexión q todos y todas deberíamos tener nadie es quien para valorar a nadie, nunca se sabe cómo puede terminar una persona, le felicito, me gusto,
Gracias, es la realidad de la vida, no se sabe nunca como terminara la partida. Gracias por comentar.
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