Cada noche te dibujo con un pincel de
seda sobre un lienzo imaginario.
Primero tu boca, de ella surge el sabor
a fruta madura,
luego tu pecho de el resuenan
los acordes
de tu corazón.
Más tarde tus caderas que bailan
al compás de las olas del mar.
Para luego dibujar tus pies que
por un instante
dejan de estar
sobre la tierra.
Así creo la obra de arte más efímera
de mi existencia.
Amor efímero.
Amor eterno.
Amor salvaje.
Amor, solo amor.
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