Caminando por tu orilla aguas bravas
llevas, cristalinas, limpias.
Te voy contando mis cosas yo sé que me escuchas
y guardas mis secretos, la paz del murmullo del agua
me lleva en volandas.
Te pario la Nalona bravo y caudaloso, tus
aguas fueron negras tienen la memoria del carbón y
el sudor de los mineros.
Ahora fluyes alegre o tal vez triste no sé bien, por
esta
Asturias que ya no es lo que un día fue, corre y
no te detengas vete que Pravia te
espera.
Vivían Esteban
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