Los domingos él abuelo la llevaba a la iglesia, tenía que saberse la lección, una chica le hacia preguntas y ella respondía, era la hora del catecismo. La iglesia estaba llena de niños y niñas que como ella recibirían la comunión. A continuación la misa. Cuando terminaba el abuelo la llevaba de paseo, estaba tan guapa con su ropa de los domingos…Se acerca el día esperado, y llegado este, la ponen un vestido blanco heredado de su hermana mayor muy bonito si, pero con el inconveniente de que la quedaba corto pues ella era más alta, que desilusión le faltaba una cuarta para llegar al suelo, se la veían los zapatos que no la gustaban en absoluto, en la cabeza la colocan un moño postizo y una corona de la que cuelga un largo velo, se siente ridícula. Delante del altar el señor cura le dio la comunión y ella no mueve la lengua ni traga la ostia consagrada no valla a ser que lastime al señor pues le habían dicho que era el cuerpo de Cristo. Al salir de la iglesia sus padres la llevaron a casa de los familiares para que “admiraran” lo bonita que estaba. Ella se siente como un mono de feria y al final no sabía muy bien el significado de todo aquello. Pero en fin ya había echo su primera comunión.
Vivian Esteban
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