Los suspiros agonizan
se van volviendo cenizas,
el viento los va llevando
en un mar se van ahogando.
Por qué suspiras amor mío
si ya nada es lo mismo,
la vida nos va cambiando
sin saber nuestro destino.
Tal vez cuando muramos,
sin saber cómo ni cuándo,
en algún fondo marino,
se junten nuestras cenizas
para siempre estar unidas.
En delfines reencarnarnos
para siempre ya amarnos.
A dónde van los suspiros.
Vivian Esteban